Plano 9 del espacio exterior

 

Las predicciones del noticioso
hablan de amenazas interestelares:
encubiertos por los altos escalones,
platos voladores –unas budineras–
traen extraterrestres a revivir
zombis y vampiros. Quieren nuestros recursos.
Y los humanos que piensan mueren de miedo
de aquellos que no pueden pensar.
¿Cómo puede algo tan grande esconderse
tanto tiempo? No podemos tirar conclusiones.
Encontrar algo así asusta a cualquier uno.

Interferencias atmosféricas en el espacio
confundieron la transmisión: un efecto arcaico.
Vemos la trompa de un avión en vuelo: bah,
la cabina, un cuartito con cortinas y butacas.
La cámara simula que la nave se sacude,
y la tripulación hace ademanes.
Un viento fuerte casi nos sacó de curso,
dice el piloto. ¿Halla que aquel disco
tiene que ver? Es difícil hallar algo
cuando no se sabe lo que está procurando.

Hay lío en el cementerio. Cuentos de malucos.
Una luz intensa baña el decorado de cruces.
Parece que un túmulo profundizó.
Un montón de tierra envuelta.
Del suelo surge un humo, y los muertos
–un viejito de capa, su mujer
de uñas largas y cintura de avispa,
más un gordo pelado con ojeras,
todos de negro, inexpresivos, muy maquillados–
se levantan de las tumbas para el terror
de los sepultureros, y que la acción avance.

En esta toma es noche pero una patrulla
llega tocando sirena por una ruta soleada.
Cosas de montar. ¿Quién se importa
para pequeños detalles?
Los agentes de la ley desconcertados.
El piso tiembla, el cielo resplandece.
Fuimos arrevesados al mismo suelo,
dice un oficial. Apenas un tira uniformizado.
Confuso por la pierda. ¿Se recuerda del ruido?
Nada de este mundo.

Salto a una entrevista en el jardín, la parejita,
y un militar exige guardar secreto.
El piloto emprende vuelo preocupado:
Voy a estar de ojo en usted.
Tome cuidado. Y si ve más algún
dígale para incomodar la casa de otro.

La muchacha sola asustadiza
es una bella especie. Desacordada.
Acaba de agarrar en el sueño.
No tenemos la noche toda.
Avalar lo suficiente para distraer.
Ellos llegarán a cualquier momento
con brazos extendidos y colmillos,
con lentos movimientos de sonámbulos
a control remoto. ¿Escucharán alguna cosa?
Merodean. La chica zafa con un vecino.

Hay veces hay mucha presión. El líder
–un tipo de mameluco futurista– da instrucciones:
Reporte a mí, así que el plano sea realizado.
Haremos lo que comanda, señor.

Los invasores manejan a las criaturas
con electricidad. Un interruptor previene
cualquier desobediencia: si se retoban, se apaga.
En una llegan tarde a la perilla, y casi
el gordo pelado acogota a un alienígena:
un aparato se friega, salen chispazos.
En un desliz los detectives dan con la pista.
Y una charla nos aclara el argumento.
Si ustedes insisten en renegarnos…
Desenvolvimos un computador de lenguas.
Una máquina capaz de transformar
cualquier lengua en la nuestra.
Para hacerlos aceptar en nuestra existencia.
Obtuvimos suceso. Ya desvendó el misterio.
Asunto encerrado.

Se arma una
………………….escaramuza,
y en el forcejeo,
los policías tornan la nave descompuesta
rompen una palanca en la pared
de esa pieza con luces y plateados…
Los alienígenas despavoridos encienden motores,
despegan.
………………El platillo se alza
…………………………………..y desestabiliza:
……………………………………………traza unas elipsis,
…………………………………….y estalla.
Apenas una bola de fuego
y una humareda.

El noticioso nos advierte sobre peligros futuros,
nos prepara para temer a lo desconocido.
Esa es la historia más fantástica que ya escuché.
Espero nunca más ver nada igual.

Para culminar, la palabra FIN y créditos.

 

 

(Acá se puede ver un video realizado a partir de la película)

Compartir:

    Deja un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *